Estimados lectores, con este número termino el ciclo de vida de este boletín. Reflexiones Ciudadanas, en este formato, llega a su fin.
Eso no significa que haya dejado de interesarme por los temas de formación ciudadana o por los problemas que nos aquejan como sociedad. No, el paso que ahora quiero dar es crear un espacio orientado al diálogo usando redes sociales.
Hasta ahora, el formato de boletines mensuales distribuidos mediante una lista de correos, ha sido un mecanismos que opera en una sola dirección y no ha generado conversaciones con los lectores.
Este boletín tiene dos antecesores: Reflexiones Organizacionales, un boletín que comencé a publicar mensualmente a partir de octubre de 2008 y que publiqué hasta febrero de 2013. Los contenidos estuvieron orientados al mundo de la organización incluyendo temas como el poder de las preguntas, confianza, tecnología, estrés, equipos y otros temas que en esos momentos me parecieron interesantes para compartir.
Las Reflexiones Educativas, las comencé a publicar en marzo de 2013 hasta hace un año, diciembre de 2014. En esta serie comencé a abordar temas sociales como son la pobreza, la corrupción, la participación ciudadana, la comunidad y gobernanza entre otros. Estos temas más que enfocados al mundo educativo tienen una visión más de ciudadanía, motivo por el cual cambié el nombre y la imagen del boletín.
Como comenté antes, ahora me interesa invitarlos a participar en una conversación sobre los temas que nos inquieten para poder explorar nuevas formas de abordarlos, reflexionar sobre ellos y entenderlos a mayor profundidad.
Para ello, he creado una página en Facebook con el mismo nombre: Reflexiones Ciudadanas y pueden acceder a ella en esta dirección. De la misma forma, en Twitter, usaré mi cuenta @rodolfoloyola con el nombre público RxCiudadanas. Adicionalmente, estaré escribiendo en un blog situado en esta misma página.
Con estos mecanismos de comunicación, mi expectativa es poder generar conversaciones que nos ayuden a lograr algunos de los siguientes puntos:
Generar una mayor conciencia sobre la importancia de que nuestro involucramiento en los temas que nos afectan es una responsabilidad que no podemos seguir dejando de lado.
Coordinar esfuerzos para participar en la construcción de una mejor sociedad que permita, a nosotros, a nuestros hijos y sus hijos, el acceso a mejores oportunidades de desarrollo, tanto personal como profesional.
Coadyuvar a que en nuestra sociedad disminuya la desigualdad y la pobreza mediante la participación en proyectos educativos a gran escala.
Coadyuvar a que la corrupción, que es un flagelo crónico de nuestra sociedad, comience a ser mirado y analizado desde paradigmas más poderosos que nos permitan generar dinámicas más sanas y transparentes.
Promover un auténtico proceso de rendición de cuentas de tal forma que nuestros gobernantes comiencen a responder como auténticos servidores públicos.
Por supuesto que hay más oportunidades y estas se irán constituyendo dependiendo de los intereses que vayamos poniendo sobre la mesa para lograr una articulación de esfuerzos.
Como le he comentado en diversas ocasiones, la idea no es combatir nada, es construir, es articular, es imaginar, es colaborar. Es el momento tomar decisiones que nos ayuden a mejorar nuestra calidad de vida y la de nuestros compatriotas.
Para finalizar esta última entrega, les comparto la definición de éxito que nos propone R. W. Emerson
Ganarse el respeto de las personas inteligentes y el cariño de los niños. Apreciar la belleza de la naturaleza y de todo lo que nos rodea. Buscar y fomentar lo mejor de los demás. Dar el regalo de ti mismo a otros sinpedir nada a cambio, porque es dando como recibimos. Haber cumplido una tarea, como salvar un alma perdida, curar a un niño enfermo, escribir un libro o arriesgar tu vida por un amigo. Haber celebrado y reído con entusiasmo y alegría y cantado con exaltación. Tener esperanza incluso en tiempos de desesperación, porque mientras hay esperanza hay vida. Amar y ser amado. Ser entendido y entender. Saber que alguien ha sido un poco más feliz porque tú has vivido. Éste es el significado del éxito.
¡FELIZ AÑO 2016!